desde la llanura te observo
tan fugaz y etéreo
como una difuminación voces acalladas
Tu llanto es el preámbulo
Y el silencio es una
espada librando la batalla,
el silencio se opaca con tu mirada
El silencio
clama añoranza en un mundo de ilusiones
El silencio es una fiel vigilia
Cuando
aún las horas son vírgenes
El silencio es el agua cristalina
Llámame en silencio
si aún recuerdas a mi espada.
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