sábado, 30 de agosto de 2014

Escribo porque... (Mi manifiesto)


Escribo no solo para acunar mi alma en las letras Y hacerme un espacio en aquella batalla de estrellas Intento sean las correctas, pero a veces fallo Escribo porque la abundancia es grande Y hay pocos que la vean Escribo porque a veces me siento a tientas De pernoctar sola en un bosque mágico Escribo por la tersura con que se dibujan los rayos De un alegre día que me cobija Entonces agarro mi pluma y comienza la cacería Escribo para no sentirme tan sola en mi terruño Dando mil vueltas sin consuelo ni ingenio Más que rasguñarme en las costas del olvido Y he recorrido mil mundos opuestos Intentando asentarme en alguno pero caigo profundo Mis pies son testigos, he decidido usar la pluma De la añoranza para no quebrar ni renunciar Escribo por el misterio de la vida misma También por aquello que hace resonar mi pecho con solo una ventisca Escribo para quitar el apellido de las cosas Y darle otro nombre a mi historia Escribo para que ellos no tergiversen lo ausente Y vivan siempre de lo aparente Escribo para hacer un glasé con mis mejores Deseos, también para imaginar al sol Ruborizado por las faldas de las montañas allá a los lejos Escribo porque es mi recurso sigiloso Para salvarme del caos y las tinieblas Escribo para no atarme a las promesas de antaño Así renuevo mi pensamiento y le doy ventaja Cual serpiente que de su piel se desprende Escribo para los que aún no se han animado Y creen en ilusiones y votos de sus amos Escribo por urgencia de ofrendar y comunicar, Y sahumar mi propia visión en un mar de sueños Contra la oscura carrera sin volante a las cavernas Escribo para darme cuenta de los atropellos De miles de mujeres silenciadas, y niños que me los alienan De a poco en su corral de ovejas Mi interés no es simplificar las cosas Por ello escribo En las veredas, en la capilla y cuando sola viajo escribo y En el cielo veo mis letras Escribo para que me escuchen más grandes fuerzas Y que al mirar adelante desaparezca el vértigo Escribo porque es mi pulsar, mi caminar No lo cortes, ni ahuyentes, porque aúlla y canta Ayer igual que hoy cual manatí que me recuerda bien a ti Hermano escribe para que no haya distancias Que nos separen de vernos en lo invisible Te escucho para orientarme y para no someterte Y escribo porque la pugna sigue allí Es solo que la sofisticación todo lo tapa Y hoy es la pulpa que hay que exprimir Por ello escribo para fluir con mis palabras Y romper el nudo de mi garganta Escribo para algún día ser como la ráfaga Que abra rutas sin temor a la ruptura Por ello escribo yo, porque mi corazón dice Lo siento, y quiero un enfoque nuevo Porque el amor a veces es un buen antídoto Por el cual escribo, y si amar me ha erguido Estemos dispuestos a que nuestras palabras viajen libres en Vagón musical siendo la fina mies Que prueben nuestros hijos Por ello escribo,hoy mismo.

viernes, 29 de agosto de 2014

http://elmundodetimeo.wordpress.com/2014/04/11/hacer-de-la-propia-vida-una-obra-de-arte/

"Hacer de la propia vida una obra de arte"

¿Qué podríamos hacer para dar más belleza a nuestras vidas? Yo solo diré algunas ideas propias: Huir de la monotonía, buscar aventuras, “vivir peligrosamente”, ennoblecer nuestra actitud, pulir nuestro temple cual escultura, dejar de contaminar nuestro cuerpo y nuestra mente… Pero serás tú, amable lector femenino o masculino, quien deberá diseñar los nuevos prismas con las cuales observará la realidad de una manera diferente.
(Una costumbre favorita, de Alma Tadema)
El guitarrista

Intrépido y tímido niño clarinero
De versos mudos y despejada
Melena de anecdótico compás
Al caminar

Quien dispuesto estará a bailar
Tu comparsa junto al atolondrado atril
De corcheas y silencios y uno que otro
Bemol acatarrado

El verbo no es tu sentencia
Mas has sabido hacerte entender
Eres el héroe del romance de loas
Líricas de tu curvilínea amante

Que vuelca el alma y palpitante
Agrede, conmueve en la
Atalaya de una mañana lozana.

A chavela

Mira mujer con devastadora chispa
Cual aurora fecundas
La siguiente página de tu vida
Como nos llenara de gusto las carcajadas
Vertidas por la nada

No nacimos en cuna dorada
No hizo falta pues con nuestras manos
Apertrechadas de violetas lanzáramos
En lugares menos esperados.

Atrayendo a las alondras a nuestra villa
Quiero entender tu asechanza,
Tu desganada manera de cariño, mendigar
Cuál será el veredicto final me pregunto

Las hondas heridas, tal vez las pueda remediar
Sin interrumpir tu merienda con Cristo
Querida hermana quieres contarme que te pasa?
Pues atormenta mis sueños que consagres
Tu vida a eso grisáceo, al espejismo raso.



Aire tenue

Mientras el buque se aleja
Entre la confusión de pasajeros
Nosotros somos los esquifes de la alta mar

Al aire cambiamos su color
Cual vino tinto
Nos balanceamos en su adoración

Armando un crucigrama
Bajo nuestras lámparas plateadas
Cual heraldos de magnánimo ánimo

Somos los oboístas
Que hemos descifrado los aires
Mil veces por los valles

Sintiendo un aire tenue
Un corriente por nuestras rodillas
 Entre castillos y embarques

Fe de búfalo
Te asomas en el pastoreo
De color ceniciento te siento

Y presagias en mis sueños
La fe irremisible en la corriente flotante

No eres ni serás el bufón
Tu virtud arrasa y enseña

Las creencias y pasiones
Que perduran solo por tu fe


Y se cristaliza en mis sueños…
Doy la vuelta

Un buen día tronaré
Mi voz en el centro de la esperanza
Un buen día me saciaré del perfume
Del eucalipto de los pinos

Un buen día la vuelta al mundo daré
Nada más que con trémolos versos
Encaminados hacia el cielo

Un bien día margaritas crecerán
En el borde de la acera, agradecidas
En el regocijo de otro día y recitarán epopeyas

Un buen día el rastro de calor
 Se acentuará raudo y veloz
Incendiando la muralla que divide al mundo
Mi cielo

Hoy el cielo amaneció constipado
Y con un encendido rojo en la cumbre
Cubierto, moteado y blanquecino 
No dejas ver su azul, ni los aviones

Intimidas con tu manto espeso
A al vuelo ágil de golondrinas
Y no me habla el sol lastimero
Más todavía siento su calor inmenso 

Bajo el cielo estrellado de ayer
Cantamos  melodías desgarradoras
Y creímos descendería una fuerza angélica
Falsa ensoñación la noche dio a luz
Un mosaico de hielo

 Debajo de espeso edredón
Sin fuga alguna, como cerrando los eslabones
A sus hijos con sus mil brazos y piernas

No veo el momento en que caiga y me envuelva
 Cual leche cuajada
Toda su alma blanca sobre atrios y plazas  
En un julio acometes despacio
Mientras los niños aceleran sus bicicletas y se alejan
El  cielo no cambia, nos protege  
 el cielo no enmudece
Incluso después de nosotros caer y hacerlo por segunda vez    
Las nubecillas y los rayos nos saludan con agrado
Tonos, colores, albores y palabras de madrugada encendida
Intento estar más cerca de tu voz, para reconocer la mía propia...

Poema de Diana Báez