El guitarrista
Intrépido y tímido
niño clarinero
De versos mudos y
despejada
Melena de anecdótico
compás
Al caminar
Quien dispuesto estará
a bailar
Tu comparsa junto al
atolondrado atril
De corcheas y
silencios y uno que otro
Bemol acatarrado
El verbo no es tu
sentencia
Mas has sabido hacerte
entender
Eres el héroe del
romance de loas
Líricas de tu
curvilínea amante
Que vuelca el alma y
palpitante
Agrede, conmueve en la
Atalaya de una mañana
lozana.
A chavela
Mira mujer con
devastadora chispa
Cual aurora fecundas
La siguiente página de
tu vida
Como nos llenara de
gusto las carcajadas
Vertidas por la nada
No nacimos en cuna
dorada
No hizo falta pues con
nuestras manos
Apertrechadas de
violetas lanzáramos
En lugares menos
esperados.
Atrayendo a las
alondras a nuestra villa
Quiero entender tu
asechanza,
Tu desganada manera de
cariño, mendigar
Cuál será el veredicto
final me pregunto
Las hondas heridas,
tal vez las pueda remediar
Sin interrumpir tu
merienda con Cristo
Querida hermana
quieres contarme que te pasa?
Pues atormenta mis
sueños que consagres
Tu vida a eso
grisáceo, al espejismo raso.
Aire tenue
Mientras el buque se
aleja
Entre la confusión de
pasajeros
Nosotros somos los
esquifes de la alta mar
Al aire cambiamos su
color
Cual vino tinto
Nos balanceamos en su
adoración
Armando un crucigrama
Bajo nuestras lámparas
plateadas
Cual heraldos de
magnánimo ánimo
Somos los oboístas
Que hemos descifrado
los aires
Mil veces por los valles
Sintiendo un aire
tenue
Un corriente por
nuestras rodillas
Entre castillos y embarques
Fe de búfalo
Te asomas en el
pastoreo
De color ceniciento te
siento
Y presagias en mis
sueños
La fe irremisible en
la corriente flotante
No eres ni serás el
bufón
Tu virtud arrasa y
enseña
Las creencias y
pasiones
Que perduran solo por
tu fe
Y se cristaliza en mis
sueños…
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